Como en un viaje, en planos escogidos y sacados de una película de Terrence Malick me veo, entre flashbacks de tu espalda baja y ese lunar que te queda justo en el lugar exacto, a espaldas mías en tu cama tu arco pide que me una a ti como si fuera la pieza faltante de tu rompecabezas.
Veo la playa, la siento en tus pies, veo planos de música selecta, me veo cantándote pero no me escucho; siento tu beso, siento los labios mas perfectos rozando para siempre en mi boca pero veo los suyos al mismo tiempo tomando posesión de lo que en realidad nunca fue mío.
Veo lluvia, veo truenos, te veo mal, te veo haciendo mal; me veo en carros dandole vueltas a la nada, a lo mismo... momentos instantáneos que me matan, te veo arriba de esa mesa, bailando, feliz o por lo menos pretendiendo que no pensar es la solución a un problema que no existe; te veo por fin en zapatos altos, te veo regresando pero no regresando a mi.
Suenas a cerveza, suenas a eso, a tu música, suenas a tu olvido, veo mi reclamo y mi expiación que me salva pero en la resaca de una intensidad involuntaria me pierdo, como hoy, como antes, como siempre; entre copas mi intención se transmite descuidada a través de mis dedos, para ser mas claro y dejándolo en palabras de Sabina: "Ni imploro tu perdón ni te perdono, ni te guardo rencor ni te respeto, si tardo en devolverte el abandono repróchaselo al tono del soneto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario