domingo, 23 de junio de 2013

Pongamos que hablo de Madrid

Te echo de menos, hay que partir desde ahí.


Desde el instante en que di un paso en la escalera de ese avión para conocerte lo sabía, tus olores y tus sonidos eran cosas que desde antes de llegar ya estaba consciente de que en el momento en que me marchara me iban a hacer falta. No me equivocaba.


Tenia años buscándote, esperando el momento perfecto para por fin verte, estar contigo, conocerte; al fin tocar la idea de que mi vida ya no seria la misma después de ti. Claro que existían expectativas, claro que existía la posibilidad de que no fueras lo que tenia toda una vida soñando, lo has superado todo y con honores.

Imaginaba tu trato, imaginaba tu gente y tus sabores, tus colores; eres el descuido perfecto, el destino perfecto, eres música, eres el significado de cada canción que ha sido escrita sobre ti.


No tuve miedo, no tuve dudas pues estaba en casa, desde el aeropuerto en Barajas hasta pasar por el viejo barrio de Sol, momentos en Malasaña y disfrutar de la Gran Vía, su viejo piso y los estadios, hacer todo el recorrido de esa canción y acompañado por una leche de pantera con noches en el Olibo estaba en el momento "imperfecto", en el lugar perfecto y ahora desde aca se que ha valido la pena la espera.


El cuaderno, el descuido, la expectativa y el viaje; el camino, el regreso; eres definitivamente mi rincón favorito y aunque estés lejos sigo contigo pero mientras tanto, pongamos que hablo de Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario