lunes, 18 de marzo de 2013

Odio

Odio lo que pienso, odio como te veo, odio lo que me haces sentir y lo que viví, lo que vivo y lo que se que por conocerte voy a vivir. Hay muchas cosas que no me hacen feliz, hay mucho que me molesta, pero hoy me concentro en solo esto: odio.

Ya estoy donde me quieres, en el recuerdo del reflejo de todo lo que me hace mal, cual si estuviera con la espalda contra la pared no tengo mas recurso que decirte todo esto.

Odio como mentiste acerca de mi cuando buscabas una excusa para decir que estabas conmigo, odio como me dejaste y como siempre fui una opción y no una prioridad. Me da asco la manera en que dijiste que pasar el tiempo conmigo era aceptable mas no extraordinario.

Recuerdo con completo disgusto como piensas que soy el mismo que era antes y como puedes llegar conmigo y pretender que sigo midiendo metro y medio y que soy tan pequeño como quieras que sea, odio como me vez, odio como me tratas.

Detesto como te ves, odio las oportunidades desaprovechadas, no tolero los juegos sociales, me es imposible adaptarme a los estándares por los cuales se rige la ciudad de donde "soy".

Odio las indirectas, me resulta repulsivo la manera en que desapareces deliberadamente y de manera muy conveniente apareces con la actitud mas casual de todas; odio como te crees el centro del universo y odio que lo seas.

Me cuesta trabajo soportar la imagen que tienes de mi, y me cuesta mas tolerarme como soy, no soy fácil no tengo lado y odio que lo conoscas.

Necesito odiar... necesito odiarte.

miércoles, 13 de marzo de 2013

15


Recuerdo la ocasión en que me gusto alguien por primera vez, pero cuando REALMENTE me gusto alguien por primera vez, cuando a pesar de aun ser un niño de 15 años juraba que los clásicos enamoramientos juveniles habían terminado, esto era amor... seguro que lo era.

Como niños competía con mi mejor amigo por su atención, usando palabras y actitudes que probablemente me robe de alguna película me dedique a conquistarte, no fue nada fácil, pero creo que lo hice.


Ojos así he visto solo un par de veces y venían acompañados de una sonrisa que podía dejar sin palabras a cualquiera, todavía cuando estoy solo me acuerdo y la busco en mi mente para ver si todavía es la misma.


Ahora ya casi 13 años después me doy cuenta que sigue siendo la mujer perfecta, ya no existe en mi mundo ni yo en el de ella, estamos cerca pero en otros carriles de la vida que seguramente nunca se encontraran; seguramente piensa en mi pero jamás llamaría, su mundo no lo permite.


En su casa, era recibido con honores por su madre, a la fecha me acuerdo de ella con mucho cariño, pero destaca en mi recuerdo pues nadie me ha tratado con tanto calor. Me acuerdo exactamente de como se veía su casa y de aquella vez que sus amigos por celarla fueron y desinflaron las llantas del carro en el que me movía, viéndolo en primera persona me sentía como un perdedor pero ahora se que no lo era.


Era prohibido verla, relacionarnos, pues sus amistades, su mundo, creo que hasta ella estaba en negativa de querer estar conmigo por razones que a la fecha no entiendo y un día todo eso cambio, no tengo ni idea por que y brincándome escenas donde "estaba enfermo de muerte" y "andaba de novia" llegamos al punto donde lo mejor de mi semana era ir a buscarla, detrás de esa reja color cobre y soñar con que quería estar con ella y que ella tal vez, solo tal vez quería estar conmigo.


Viajes míos, viajes de ella fueron espaciando una relación que nunca existió, encuentros ocasionales llevaron esta historia al nivel de platónica, donde nunca nada pasara, donde nunca nada pasó pero siempre queda el recuerdo del primer único amor.